El circuito de Sepang fue testigo de una jornada exigente y memorable para el motociclismo español. Bajo un calor abrasador y una humedad sofocante, Álex Márquez llevó a la perfección su Ducati GP23 para conquistar una victoria que reafirma su madurez como piloto y el poderío del Gresini Racing.
Desde la salida, el español se mantuvo firme detrás de Francesco Bagnaia, pero en la vuelta decisiva encontró su momento. En la curva 4 ejecutó una doble maniobra que lo catapultó al liderato, superando primero a Pedro Acosta y después al propio Bagnaia, quien había partido desde la pole position.
Con un ritmo impecable, Márquez controló la carrera de principio a fin. La presión de sus perseguidores nunca lo desestabilizó, y vuelta tras vuelta fue aumentando la diferencia hasta superar el segundo de ventaja.
El drama llegó cuando Bagnaia, que intentaba remontar, sufrió un fallo mecánico a tres giros del final, dejando el camino libre para el doblete español con Acosta segundo y Joan Mir completando el podio tras una destacada actuación.
El resultado significó el 28º triplete español en la categoría reina, consolidando una era dorada que inició hace más de una década. En un día de contrastes, España volvió a brillar con fuerza en MotoGP.





















