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El Partido Liberal ganó las elecciones legislativas celebradas en Canadá, aunque tendrá que gobernar en minoría. Tras conocer su victoria, Mark Carney prometió que gobernará «con todos los partidos, territorios y sociedad civil», en un mensaje dirigido para reforzar la unidad nacional. 

Ante una multitud entusiasta en Ottawa, les prometió ganar la guerra comercial que se ha desatado con Estados Unidos, debido a los aranceles y amenazas de anexión de Washington.

Su primer reto es sentarse ahora con Donald Trump y negociar «entre dos naciones soberanas» la nueva relación económica y en materia de seguridad que los dos países tendrán en el futuro.

Carney tiene también que dar respuesta al descontento de la población canadiense con muchas de las políticas de su antecesor Justin Trudeau, que han provocado un fuerte aumento del costo de la vida que amenaza la prosperidad de familias, una vivienda inasequible para millones y una galopante inmigración.

Mientras, el líder del Partido Conservador, Pierre Poilievre, reconoció la victoria de su rival liberal y prometió continuar al frente de una oposición para exigir la rendición de cuentas al nuevo gobierno.