El Hijo del Vikingo salió airoso de una de las batallas más exigentes de su carrera, reteniendo el Megacampeonato AAA en el evento estelar de Triplemanía XXXIII. El mexicano se midió ante rivales de élite como Dominik Mysterio, Dragón Lee y El Grande Americano, en una lucha marcada por la intensidad y las sorpresas.
Desde los primeros instantes, Dominik buscó desgastar al campeón con una ofensiva directa que incluyó golpes violentos y castigos contra el poste. La acción no tardó en elevarse con la intervención de Dragón Lee y las arriesgadas maniobras de Vikingo, quienes ejecutaron vuelos suicidas que encendieron a la afición.
El desarrollo de la contienda fue trepidante, trasladándose incluso a las inmediaciones de la mesa de comentaristas, donde los gladiadores castigaron sin piedad. La tensión aumentó cuando JD McDonagh y Finn Bálor aparecieron para mermar a Dragón Lee, inclinando momentáneamente la balanza.
No obstante, el giro decisivo llegó con la irrupción de AJ Styles, quien atacó a Dominik Mysterio con un letal Styles Clash. La oportunidad fue aprovechada por Vikingo, que regresó al ring para ejecutar un Shooting Star Press perfecto y asegurar la cuenta de tres.
De esta manera, El Hijo del Vikingo demostró que su reinado sigue firme, consolidándose como referente indiscutible de AAA y uno de los luchadores más admirados del orbe.