Con 45 años y tras más de un año alejada del tenis profesional, Venus Williams vuelve a empuñar la raqueta en el WTA 500 de Washington. La ex número uno del mundo, conocida por su temple y potencia, ha aceptado un comodín que antes solía rechazar. “Me encanta el tenis, y las pistas duras son mi superficie favorita”, explicó, emocionada por volver a competir.
La veterana campeona ha reformulado sus metas deportivas. Ya no busca únicamente títulos, sino gozar cada instante dentro de la cancha. “No me presionaré demasiado. El éxito es creer en mí misma”, indicó, dejando claro que su enfoque ha cambiado tras los altibajos vividos fuera del deporte.
Williams no disputa un partido desde marzo de 2024 y su última victoria data de agosto de 2023. Sin embargo, insiste en que sigue siendo la misma tenista agresiva de siempre. Con su característico juego potente, buscará reencontrarse con su mejor versión en su retorno oficial ante Peyton Stearns.
Aunque no definió su futuro más allá del torneo, Venus se mostró reservada sobre su retiro. “Solo estoy aquí por ahora. Quizá haya más”, dijo, alimentando la expectativa de sus seguidores. Fiel a su estilo, prefiere hablar con su raqueta en la cancha antes que dar declaraciones concluyentes.
La tenista estadounidense también abrió su corazón al hablar de sus recientes problemas de salud. Una cirugía por fibromas uterinos la mantuvo lejos de las pistas. “Hace un año me estaba preparando para operarme. No podía jugar”, recordó. Hoy, con renovadas energías, Venus busca cerrar su carrera en sus propios términos.