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La Plaza de San Pedro se tiñó este domingo con los colores de Venezuela durante la ceremonia de canonización de José Gregorio Hernández, el “médico de los pobres”, y de la religiosa Carmen Rendiles. Miles de fieles ondearon banderas y entonaron cánticos en un ambiente de júbilo que contrastó con la habitual solemnidad del Vaticano.

Según las autoridades locales, unas 55 mil personas asistieron a la celebración presidida por el papa León XIV, entre ellas miles de peregrinos venezolanos que viajaron a Roma para presenciar el histórico momento, seguido también por millones desde su país, inmerso en una profunda crisis política y económica.

En la misma ceremonia fueron proclamados otros cinco santos, entre ellos el mártir armenio Ignacio Choukrallah Maloyan y el laico papuano Peter To Rot. Sin embargo, el fervor venezolano dominó la jornada, destacando por su colorido y emoción.

El pontífice pidió que el ejemplo de los nuevos santos inspire a las comunidades a vivir con fe y servicio. Para los venezolanos, el 19 de octubre de 2025 queda marcado como el día en que dos de sus figuras más queridas fueron elevadas al altar, símbolo de unidad y esperanza para una nación dividida.