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La Unesco inscribió este 10 de diciembre la Representación de la Pasión, Muerte y Resurrección de Cristo de Iztapalapa en su Lista del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, otorgando reconocimiento global al viacrucis más multitudinario de México.

Durante la reunión del Comité Intergubernamental en Nueva Delhi, la subdirectora de Patrimonio Inmaterial de México, Edaly Quiroz, destacó que la tradición “trasciende lo religioso” y constituye un acto de unidad, identidad y resiliencia comunitaria.

Cada Semana Santa, los ocho barrios originarios de Iztapalapa transforman su entorno urbano en escenarios bíblicos para recrear la Pasión de Cristo. La celebración convoca anualmente a  más de un millón de personas. Antes de la pandemia, superó los dos millones de asistentes, situándose entre las mayores concentraciones religiosas de América Latina.

La representación nació en 1833, como un voto comunitario para frenar una epidemia de cólera. Una década después  se consolidó con la primera puesta en escena formal, dando inicio a una tradición de más de 180 años.

En un territorio marcado por retos de seguridad y alta densidad poblacional, el viacrucis se convierte en un motor de cohesión social. México resaltó ante la Unesco la capacidad de la tradición para adaptarse, incorporando principios de igualdad de género y derechos humanos en sus estatutos.

El plan de salvaguardia aprobado busca fortalecer los archivos históricos y consolidar al Comité Organizador de la Semana Santa como órgano rector de la celebración.

Con esta designación, la Pasión de Iztapalapa se suma a expresiones mexicanas ya reconocidas como el Día de Muertos, la cocina tradicional, el mariachi y el bolero.