Saltar al contenido principal

En el aula del sínodo del Vaticano se procedió a romper el anillo del pescador del Papa Francisco y el sello de plomo que había utilizado para firmar documentos pontificios. Un rito que marca el final de un pontificado y la espera del siguiente.

La ceremonia se realizó en presencia de los 173 cardenales que participaron en la última congregación general, previa al cónclave que comenzará este miércoles 7 de mayo.

Como es tradición durante la sede vacante, el anillo y el sello fueron destruidos en presencia del decano del Colegio Cardenalicio, Cardenal Giovanni Battista Re, y del camarlengo, el Cardenal Kevin Farrell.

Se trata de un gesto insólito, ya que normalmente debería haberse hecho justo después del fallecimiento del Pontífice, junto con el sigilo de los apartamentos papales usados por el Papa, como medida para preservar la confidencialidad de sus documentos.

Sin embargo, el director de la Oficina de Prensa del Vaticano, Matteo Bruni, restó importancia al retraso y explicó que no había ninguna razón oficial por la que se había pospuesto esta medida.