Por primera vez en la historia moderna del fútbol europeo, dos partidos de liga se disputarán fuera del continente. La UEFA confirmó que el encuentro entre el FC Barcelona y el Villarreal se celebrará en Miami, mientras que el AC Milan jugará ante el Como en Perth, Australia, debido al cierre temporal del estadio San Siro.
La aprobación del Comité Ejecutivo de la UEFA se dio con un tono de cautela. Aleksander Ceferin, su presidente, reiteró que la medida no debe repetirse y que “los partidos de liga pertenecen al entorno local de cada club”. Aun así, el contexto internacional y las exigencias logísticas llevaron a una excepción inédita.
LaLiga, que lleva más de una década impulsando su presencia en Estados Unidos, considera el duelo del Barcelona como un paso firme hacia la globalización del fútbol español. De forma similar, la Serie A ve la cita australiana como una oportunidad comercial y deportiva.
El presidente de la Serie A, Ezio Simonelli, aseguró que, aunque la distancia con Italia es grande, los beneficios superarán los sacrificios. “Nuestros aficionados entenderán la importancia de este paso para el crecimiento del fútbol italiano”, señaló.
Pese al escepticismo de la UEFA, la apertura de estos mercados podría marcar el inicio de una nueva etapa en la internacionalización de las ligas europeas, rompiendo barreras que hasta ahora parecían inamovibles.