Minutos antes del funeral del Papa Francisco, los presidentes Donald Trump y Volodímir Zelensky sostuvieron un breve encuentro al interior de la Basílica de San Pedro. Dos sencillas sillas, un lugar apartado y dos líderes mundiales enfrascados en una conversación en un momento crucial para la guerra entre Ucrania y Rusia.
La Casa Blanca calificó la reunión -que duró 15 minutos- como «muy productiva». Mientras que Zelensky la describió como «muy simbólica», con la posibilidad de convertirse en un encuentro histórico.
Al publicar la imagen de Zelensky sentado con Trump, el jefe de gabinete del líder ucraniano, Andriy Yermak, añadió una sola palabra: «constructivo».
El encuentro se produjo un día después de que Trump adelantara que Rusia y Ucrania estaban «muy cerca de un acuerdo», tras las conversaciones entre su enviado Steve Witkoff y el presidente ruso Vladimir Putin en Moscú el viernes 25 de abril.
Trump y Zelensky no se habían reunido desde su tempestuosa discusión en el Despacho Oval de la Casa Blanca a finales de febrero, cuando el líder ucraniano recibió una reprimenda pública.
Por eso, la imagen de hoy tiene tanta fuerza y ha sido vista como una esperanza para la paz en Ucrania.
Tras la reunión, ambos bajaron las escaleras de la basílica y ocuparon sus asientos en la misma fila.
Durante el funeral, Zelensky y Trump se sentaron a poca distancia en la primera fila, con Macron y otros jefes de Estado acompañándolos.