Los presidentes Nayib Bukele y Donald Trump se reunieron este lunes 14 de abril en la Casa Blanca, en Washington, con el foco puesto en acuerdos sobre migración entre ambos gobiernos.
“Estamos deseando ayudar. Sabemos que tienen un problema con el crimen, un problema de terrorismo, y que necesitan ayuda. Somos un país pequeño, pero si podemos ayudar, lo haremos”, señaló el mandatario salvadoreño , que consideró un honor estar en el Despacho Oval junto al “presidente y líder del mundo libre”.
La reunión se produce en un momento en que El Salvador ha firmado un acuerdo con Washington para recibir a migrantes expulsados de Estados Unidos y retenerlos en una prisión de máxima seguridad, el Centro de Confinamiento para el Terrorismo (Cecot), a cambio de un pago de hasta seis millones de dólares anuales.
Bukele presumió de que su país ha dejado de ser la “capital mundial del asesinato” y se haya convertido en el más seguro de Latinoamérica: “Algunas veces se dice que encarcelamos a miles. A mí me gusta decir que de hecho liberamos a millones”, dijo.
El Cecot es una prisión notoria por las denuncias de abusos a los derechos humanos y la legalidad de encarcelar a migrantes ha sido cuestionada por organizaciones civiles, que han presentado demandas para bloquear la expulsión de más personas hacia el país centroamericano.
El gobierno de Trump ha enviado al Cecot 232 migrantes, en su mayoría venezolanos, acusándolos de pertenecer a la banda criminal Tren de Aragua.
El presidente Trump ya había recibido a otros líderes latinoamericanos desde el inicio de su segundo mandato el pasado 20 de enero, pero esta es la primera vez que ese encuentro tiene lugar en la Casa Blanca y no en su residencia privada de Mar-a-Lago, Florida.