Donald Trump recibió este jueves en Washington a los presidentes de la República Democrática del Congo (RDC), Félix Tshisekedi, y de Ruanda, Paul Kagame, para firmar los llamados Acuerdos de Washington, destinado a frenar décadas de conflicto entre ambos países, así como nuevos convenios para facilitar inversión minera estadounidense en la región.
La firma tuvo lugar en la sede del antiguo Instituto de Paz de Estados Unidos. Durante la ceremonia, Trump celebró la firma del pacto, que describió como “la octava guerra” que su administración ha contribuido a detener este año. “Hablamos de 30 años de lucha y más de 10 millones de vidas.”, afirmó.
Además del acuerdo político, ambos gobiernos suscribieron compromisos paralelos que permitirán a empresas estadounidenses acceder a recursos estratégicos de ambos países, incluidos minerales críticos y tierras raras. Trump aseguró que los resultados se verán «muy pronto” y calificó la jornada como “un gran día para África y para el mundo”.
Según los términos pactados, el Congo deberá actuar contra las Fuerzas Democráticas de Liberación de Ruanda (FDLR), grupo opositor al movimiento M23. Ruanda, a su vez, se compromete a retirar sus tropas del territorio congoleño. Sin embargo, desde junio se ha avanzado poco en el cumplimiento de estas medidas.
“Esperamos que, después de la firma, veamos mejoras sobre el terreno”, declaró el canciller ruandés, Olivier Nduhungirehe.
A pesar de que Washington ha logrado contener la escalada reciente en el este del Congo, analistas advierten que las causas estructurales del conflicto persisten.
El M23, respaldado por Ruanda, tomó este año las dos principales ciudades del este congoleño en una ofensiva relámpago que avivó el temor a una guerra mayor.











