El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, prometió mantener su campaña de “acción rápida e implacable” para reorientar la economía, la inmigración y la política exterior del país en un discurso inflexible ante el Congreso y la nación.
Trump, que habló por más de 90 minutos, mantuvo un discurso desafiante para las políticas que prometió durante su campaña y que reforzó durante sus primeras semanas de regreso al cargo.
Prometió seguir implementando cambios radicales en el país, rescatándolo de lo que describió como destrucción y errores dejados por su predecesor, mientras arremetía repetidamente contra los legisladores demócratas que protestaron por sus comentarios.
“No ha habido más que acciones rápidas e implacables”, dijo Trump sobre sus primeras semanas en el cargo. “El pueblo me eligió para hacer el trabajo, y lo estoy haciendo”.
Trump, que tiene al asesor multimillonario Elon Musk orquestando sus esfuerzos para reducir el tamaño y el alcance del gobierno federal, dijo que está trabajando para “recuperar la democracia de esta burocracia irresponsable” y amenazó nuevamente a los trabajadores federales con despidos si se resisten a su agenda.
Musk, que estaba sentado en la galería de la Cámara, recibió un par de ovaciones de pie de los republicanos en la cámara.
Trump parecía dispuesto a redoblar los esfuerzos en su guerra comercial, que según advierten los expertos aumentará los precios para los consumidores.
“Cualquier impuesto que nos impongan, nosotros se lo impondremos a ellos”, dijo. Trató de aliviar las preocupaciones sobre el aumento de precios, diciendo: “Habrá un pequeño disturbio, pero estamos bien con eso. No será mucho”.
Trump añadió que una de sus “máximas prioridades” era rescatar la economía y ofrecer alivio a las familias trabajadoras. Prometió organizar al gobierno federal para reducir los costos de los huevos y la energía, culpando a su predecesor demócrata Joe Biden por la situación y ofreciendo escasos detalles de sus propios planes.
También pidió la extensión de los recortes de impuestos de su primer mandato y fondos federales adicionales para su ofensiva fronteriza, incluidos sus esfuerzos prometidos de “deportación masiva” de personas que se encuentran ilegalmente en Estados Unidos.
El telón de fondo fue la nueva incertidumbre económica desatada después de que el presidente iniciara el día imponiendo fuertes aranceles a las importaciones de los vecinos del país y los socios comerciales más cercanos. Un impuesto del 25% a los productos de Canadá y México entró en vigor el martes por la mañana, aparentemente para asegurar una mayor cooperación para abordar el tráfico de fentanilo y la inmigración ilegal.
En tanto, el republicano celebró su dura ofensiva contra la migración a Estados Unidos, cumpliendo una promesa clave de campaña y burlándose de los demócratas por no hacer más para asegurar la frontera, diciendo: «Resulta que todo lo que realmente necesitábamos era un nuevo presidente».