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El Gobierno de Estados Unidos inició esta semana nuevos operativos migratorios en Chicago y Boston, dos ciudades demócratas con políticas de protección a migrantes, lo que ha generado tensiones con autoridades locales.

El Departamento de Seguridad Nacional informó que el despliegue “Operation Midway Blitz”, busca detener a “extranjeros criminales ilegales ” que han “acudido en masa” a Chicago porque saben que las políticas santuario de la ciudad los protegerá y permitirá estar libres en las calles.

Según medios locales en Chicago ya se reporta la presencia de unos 300 agentes federales en la estación naval Great Lakes, al norte de la ciudad. Paralelamente, el “zar” de la frontera, Tom Homan, adelantó que la administración Trump evalúa enviar a la Guardia Nacional a Chicago y otras ciudades santuario durante esta semana.

Gobiernos locales y expertos legales han calificado la medida como “ilegal”, al advertir que viola las facultades estatales y municipales. 

Chicago y Boston mantienen leyes que limitan la cooperación de sus policías locales con el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas, además garantizan acceso a programas sociales sin importar el estatus migratorio.

El aumento de operativos ocurre tras la asignación de fondos aprobada en julio por el Congreso para reforzar la agenda anti migratoria de Trump, lo que ha derivado en una intensificación de redadas en todo el país.