El presidente Donald Trump anunció que, a partir del 1 de noviembre, todos los camiones medianos y pesados importados a Estados Unidos enfrentarán un arancel del 25%. Esta medida marca un endurecimiento en su política comercial para proteger a la industria nacional.
En el marco de los acuerdos comerciales con Japón y la Unión Europea, Estados Unidos estableció un arancel del 15% para los vehículos de carga ligera. Sin embargo, aún no se ha definido si esta medida se extenderá a los vehículos de mayor tamaño.
Trump había adelantado en septiembre que los nuevos gravámenes responderían a motivos de seguridad nacional y a la necesidad de frenar la “competencia externa desleal”. Sin embargo, la Cámara de Comercio estadounidense criticó la decisión, recordando que los principales países exportadores, México, Canadá, Japón, Alemania y Finlandia, son aliados comerciales y no representan una amenaza.
México, principal proveedor de estos vehículos al mercado estadounidense, rechazó la medida. Desde mayo, México, argumentó que en promedio el 50% del contenido de sus camiones proviene de Estados Unidos.
De acuerdo con el T-MEC, los camiones quedan exentos de aranceles si al menos el 64% de su valor tiene origen norteamericano.
Las importaciones de camiones medianos y pesados desde México se han triplicado desde 2019, alcanzando unas 340 mil unidades. Mientras que Estados Unidos importó casi más de 128 mil millones de dólares en autopartes de vehículos pesados desde México, equivalente al 28% del total de las importaciones estadounidenses.