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Tras una revisión de seis semanas, el gobierno de Donald Trump canceló 83% de los programas de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), que representa una parte importante de la ayuda humanitaria mundial.

El secretario de Estado, Marco Rubio, agradeció al Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE), liderado por el multimillonario Elon Musk, que impulsa un recorte de gastos y de puestos de trabajo en todos los departamentos del gobierno.

“Los 5,200 contratos que ahora están cancelados implicaron gastos de miles de millones de dólares en formas que no favorecieron (y en algunos casos incluso dañaron) los intereses nacionales fundamentales de Estados Unidos”, posteó Rubio en la red social X.

El presidente Trump firmó en enero una orden ejecutiva que congeló toda la ayuda exterior para evaluar su conformidad con la política de su gobierno, en particular en temas como el aborto, la planificación familiar o la defensa de la diversidad y la inclusión.

Creada en 1961, la agencia USAID distribuye ayuda humanitaria mediante programas de salud y de emergencia en 120 países. Su presupuesto anual, hasta ahora de 42 mil 800 millones de dólares, representa 42% de la ayuda humanitaria distribuida en todo el mundo.

El Departamento de Estado, que supervisa esta agencia, había anunciado el pasado 26 de febrero su intención de recortar 92% de su financiamiento, tras identificar 5 mil 800 asignaciones por eliminar.

Trump y sus aliados argumentan que la asistencia exterior es un despilfarro y no sirve a los intereses estadounidenses.

Pero las organizaciones dedicadas a prestar esta ayuda defienden que gran parte de la asistencia sí contribuye con los intereses del país al promover la salud en el exterior y los recortes amenazan la vida de las personas más vulnerables.