El gobierno de Donald Trump demandó a la ciudad de Nueva York por sus políticas migratorias, acusando a las autoridades locales de «obstruir» que se aplique la ley federal.
La demanda, presentada por el Departamento de Justicia, se opone a las llamadas «leyes de ciudad santuario», que limitan la colaboración de policía local con las autoridades migratorias.
El Departamento asegura que las políticas santuario de Nueva York dificultan el trabajo de los agentes de migración y crean problemas de seguridad pública en la ciudad.
En contraste, para defensores estas normativas son necesarias para mejorar la seguridad de las comunidades, ya que permiten a los migrantes reportar delitos o abusos sin miedo a ser deportados, así como colaborar con las autoridades.
Datos de la organización New York Immigration Coalition revelan que se cometen 35 delitos menos por cada 10 mil personas en los condados con políticas de santuario, en comparación con aquellos que no las tienen.