El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció que próximamente se dará a conocer una posible aplicación de aranceles a los semiconductores, en el marco de la guerra comercial con China y en medio de cuestionamientos sobre la estrategia adoptada por su administración en este ámbito.
Durante los últimos 10 días, la política arancelaria del gobierno estadounidense ha generado incertidumbre en los mercados, tras anunciar amplias medidas impositivas a diversas regiones del mundo para luego retractarse parcialmente.
Sin embargo, la ofensiva contra Pekín se ha intensificado, mientras el costo de financiación de la deuda estadounidense sigue en aumento.
El sábado 12 de abril, la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza anunció la exclusión de teléfonos inteligentes, computadoras, pantallas y otros productos electrónicos importados en gran medida desde China, de la lista de bienes sujetos a aranceles de 145 %, una medida que dejó fuera de los gravámenes gran parte del sector tecnológico.
Al ser consultado sobre esta decisión y sobre la posibilidad de imponer nuevos aranceles a los semiconductores que ingresan a Estados Unidos, Trump respondió: “Les daré la respuesta el lunes. Seremos muy específicos”, declaró el republicano a bordo del avión presidencial, el Air Force One.
Ante el anuncio de exclusiones arancelarias para productos electrónicos de origen chino, el secretario de Comercio de Estados Unidos, Howard Lutnick, aclaró que dicha medida será temporal.
Según indicó, artículos como teléfonos inteligentes, componentes de ordenadores y semiconductores serán incluidos próximamente en una nueva categoría arancelaria.
“Todos esos productos se incluirán en la categoría de semiconductores y tendrán un arancel específico”, declaró Lutnick en una entrevista con la cadena ABC News.
“Estarán incluidos en los aranceles sobre semiconductores, que probablemente entrarán en vigor en uno o dos meses. Así que estos llegarán pronto”, añadió el funcionario.
La declaración refuerza la expectativa de nuevas medidas comerciales en el contexto de la disputa económica estadounidense contra China.
