El primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, renunció como líder del Partido Liberal y como primer ministro, pero seguirá en su cargo hasta que se elija a su reemplazo. Reconoció que “ya no le hace bien” a su nación ante la parálisis en el Parlamento, pese a los esfuerzos que ha hecho por el bien de los canadienses.
Esto luego de la crisis que ha enfrentado desde las amenazas del presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, de imponer aranceles a productos canadienses por los altos flujos migratorios, lo cual ha llevado también a la renuncia de aliados clave de Trudeau por diferencias de cómo encaminar al país.
“Hemos visto una lucha al interior del partido, yo he cumplido con mi país y he tomado esta decisión pensando en el bien del país, en nuestra democracia y de pronto me pareció claro que yo ya no debo ser un candidato a primer ministro para las próximas elecciones”, señaló Trudeau.
“No me rindo fácilmente ante una pelea, especialmente una muy importante para nuestro partido y el país. Pero hago este trabajo porque los intereses de los canadienses y el bienestar de la democracia es algo que tengo muy en cuenta”, afirmó.
“Un nuevo primer ministro y líder del Partido Liberal llevarán sus valores e ideales a esa próxima elección”, dijo Trudeau. “Estoy emocionado de ver ese proceso desarrollarse en los meses venideros”.
Trudeau llegó al poder en 2015 después de 10 años de gobierno del Partido Conservador, e inicialmente fue aclamado por devolver al país a su pasado liberal. Pero se volvió profundamente impopular entre los votantes en los últimos años por una serie de cuestiones, incluyendo el aumento del costo de los alimentos y la vivienda, y el aumento de la inmigración.