Varias ciudades de Estados Unidos se vieron afectadas con inundaciones, entre ellas Nueva York y Nueva Jersey, causadas por las fuertes tormentas registradas en el noreste del país.
El gobernador de New Jersey, Phil Murphy, declaró el estado de emergencia poco antes de que el estado sufriera también la interrupción de la electricidad, dejando a oscuras a más de 8 mil personas.
Además, se detuvo el despegue y aterrizaje de vuelos en el aeropuerto de Newark, mientras que en Nueva York se reportaron “varios rescates” de personas, sin detallar si había algún deceso.