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La tarde noche del lunes 2 de junio, la Ciudad de México fue azotada por una de las lluvias más fuertes en su historia.

La jefa de gobierno, Clara Brugada, confirmó que no se había vivido una tormenta de esta magnitud desde 2017, pero gracias a que se activó el protocolo Tlaloque 2025 se desazolvaron más de 270 kilómetros de vialidades, con lo que se pudo contener el impacto y reducir significativamente los incidentes.

Más de 150 técnicos, 50 equipos especializados y el esfuerzo conjunto de varias dependencias permitieron atender 84% de los reportes en las primeras horas. 

Las lluvias más intensas se registraron en la alcaldía Iztapalapa, donde Calzada Ignacio Zaragoza requirió un operativo especial. También se trabajó intensamente en puntos críticos como el Viaducto Miguel Alemán.

Las plantas de bombeo, indicó, operaron a máxima capacidad, extrayendo más de 45 mil litros por segundo de agua.

Durante este martes 3 de junio siguen las atenciones y se realiza un censo de viviendas afectadas. 

Brugada hizo un llamado a extremar precauciones y evitar circular por zonas anegadas.