La reconstrucción de los Tigres de cara al Clausura 2026 continúa con la confirmación de la salida de Sebastián Córdova. El anuncio oficial se dio a través de las redes sociales del club regio, marcando el fin de una relación de cuatro años. Córdova se marcha como agente libre debido a que su contrato expiraba a finales de diciembre y el cuerpo técnico, liderado estratégicamente por las decisiones de Guido Pizarro, decidió no extender su permanencia.
El mediocampista mexicano vivió un último semestre complicado, sin ver minutos de acción desde la novena fecha del Apertura 2025. Esta marginación fue el resultado de una baja notable en su productividad tras haber sido la figura estelar del campeonato obtenido en 2023. Con su salida y la de Javier Aquino, el equipo felino busca sacudirse el trago amargo de haber perdido la final del torneo pasado frente al Toluca.
A pesar de su salida por la puerta de atrás en cuanto a minutos jugados, Córdova deja un legado de tres títulos con los de la Sultana del Norte. Sus 159 apariciones reflejan la importancia que llegó a tener en el esquema titular antes de perder la confianza del banquillo. Ahora, el jugador de 28 años se encuentra ante la posibilidad de emigrar a los Estados Unidos o buscar un espacio en otro «grande» de México.
Los Pumas aparecen en el horizonte como un destino atractivo, aunque el tema económico es el principal obstáculo en las conversaciones actuales. El club universitario anhela sus servicios, pero el salario que percibía en Monterrey complica la viabilidad de la operación. Paralelamente, la MLS se mantiene como una opción latente para el jugador, quien busca recuperar el nivel que alguna vez lo llevó a ser protagonista de la Selección Nacional.
Para Tigres, esta baja libera masa salarial y un espacio en el mediocampo para nuevos refuerzos. La directiva busca rejuvenecer y refrescar una plantilla que, a pesar de llegar a la final, mostró signos de agotamiento en ciertos puestos clave. La partida de Córdova es un recordatorio de que en el club regio, la jerarquía del pasado no garantiza la continuidad si el rendimiento presente no es el esperado.




