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Estados Unidos se prepara para una evacuación parcial de su embajada en Irán y autorizará la salida de familiares de militares en Medio Oriente, en respuesta a un aumento de riesgos en la región, según informaron fuentes estadounidenses e iraquíes. 

Aunque no se detallaron las amenazas específicas, la medida refleja una creciente preocupación por la seguridad.

Paralelamente, Washington confirmó la reducción de personal en su embajada en la capital de Irak, Bagdad, manteniendo solo el contingente esencial, ante el incremento de tensiones derivadas del estancamiento en las negociaciones nucleares con Irán. 

Además, se ha permitido al personal no esencial en las embajadas de Baréin y Kuwait abandonar sus puestos voluntariamente.

La tensión se intensificó tras declaraciones del presidente Donald Trump, quien expresó su escepticismo sobre la disposición de Teherán a detener el enriquecimiento de uranio, una de las principales exigencias de Estados Unidos en las negociaciones sobre el programa nuclear iraní.

En respuesta, el ministro de Defensa iraní, Aziz Nasirzadeh, advirtió que atacarán todas las bases estadounidenses en la región si fracasan las negociaciones e Irán sea atacado, tal y como ha amenazado con hacer el presidente Donald Trump.

Las conversaciones nucleares, iniciadas el 12 de abril, atraviesan dificultades, incluso respecto a la fecha de la próxima ronda. 

Washington insiste en que Irán no solo debe renunciar a desarrollar armas nucleares, sino también a la capacidad de enriquecer uranio con fines pacíficos.