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El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, sostuvo un tenso encuentro con su homólogo sudafricano, Cyril Ramaphosa, en la Casa Blanca, tras proyectar un video en el que denunciaba un supuesto «genocidio» contra la minoría blanca, acusación que fue rechazada tajantemente por el mandatario africano.

La reunión, inicialmente prevista para reforzar los vínculos bilaterales, se tornó conflictiva luego de que Trump, apoyado por su asesor Elon Musk, también de origen sudafricano, reiterara sin pruebas su teoría de que el gobierno de Sudáfrica persigue a los agricultores blancos. 

Durante el encuentro, el mandatario estadounidense mostró recortes de prensa e imágenes que, según él, respaldan esa narrativa. 

“Les permites tomar tierras y cuando toman las tierras, matan al agricultor blanco. Cuando matan al agricultor blanco, no les pasa nada”, afirmó.

Ramaphosa respondió que no existe tal campaña y defendió la reforma agraria impulsada por su gobierno, que busca corregir desigualdades históricas sin recurrir a la violencia ni al despojo arbitrario. 

«En Sudáfrica, la principal víctima de la criminalidad es la población negra», puntualizó, asegurando que las medidas de redistribución buscan justicia social y no venganza racial.

Actualmente, los blancos representan solo 7.3% de la población sudafricana, pero poseen más de 70% de las tierras agrícolas, según cifras del Departamento de Reforma Agraria del país. 

Organismos internacionales como Human Rights Watch y la ONU no han encontrado evidencia que respalde las acusaciones de genocidio esgrimidas por Trump.

El clima en la reunión recordó al tenso episodio protagonizado por el presidente ucraniano Volodimir Zelensky en febrero, cuando abandonó la Casa Blanca tras una acalorada discusión.