Taylor Swift se dirige a Estados Unidos en un jet privado tras su concierto en Tokio para encontrarse con Travis Kelce y asistir al Super Bowl LVIII. Su vuelo, que despegó alrededor de la medianoche en Japón, tiene una duración estimada de 11 a 12 horas, esperando su llegada en la tarde del sábado, hora del Pacífico.
Aunque se prevé que podría aterrizar en Los Ángeles antes de dirigirse a Las Vegas, el destino exacto y detalles de su alojamiento siguen siendo inciertos, especialmente porque los estacionamientos para jets privados en Las Vegas están llenos debido al Super Bowl.
La llegada de Swift a Las Vegas es un misterio, con múltiples aeropuertos como posibles puntos de aterrizaje. Se especula que no se alojará con el equipo de Kelce, sino posiblemente con familiares y amigos.