Wrestlepalooza fue testigo de una jornada histórica para la lucha libre. Stephanie Vaquer, representante de Chile y orgullo de Latinoamérica, se convirtió en Campeona Mundial de WWE al superar a Iyo Sky en un enfrentamiento cargado de intensidad y técnica. La exCMLL alcanzó el mayor triunfo de su carrera en un escenario global.
El combate cumplió con las expectativas: ritmo trepidante, calidad sobre el encordado y dominio de estilos. Tanto la japonesa como la chilena dieron muestra de versatilidad, combinando lucha aérea y movimientos de fuerza que mantuvieron a la audiencia al filo de sus asientos.
El momento decisivo llegó con un espectacular vuelo desde la tercera cuerda. Vaquer impactó a Sky con una plancha que le abrió paso al conteo definitivo. Tres palmadas después, la latinoamericana levantaba el título mundial en señal de victoria.
Con deportividad, Iyo Sky reconoció a su rival. Le entregó el cinturón y la felicitó frente a la multitud, en un gesto que fue celebrado por el público como reflejo de respeto y profesionalismo.
La emoción no terminó en el ring. En backstage, Stephanie no contuvo las lágrimas al abrazarse con Triple H. La fotografía junto al directivo marcó un momento icónico: la consagración de una luchadora que rompió barreras y que desde ahora será referente para toda una región.