La cultura de la donación y el trasplante de órganos en México ha registrado avances relevantes, con un papel protagónico de las instituciones públicas de salud, pues tan solo en 2025 se realizaron 2 mil 783 trasplantes de riñón en el país, de los cuales el 76% se llevaron a cabo en hospitales públicos, lo que refleja la capacidad instalada y la prioridad otorgada a estos procedimientos de alta especialidad en el sistema nacional de salud.
El Sistema Informático del Registro Nacional de Trasplantes reporta altos niveles de supervivencia clínica: en el trasplante renal alcanza 93.5% cuando el donante es vivo y 84.2% cuando es fallecido.
En un periodo de cinco años se han realizado más de 14 mil trasplantes de riñón, mientras que en 2025 también se reportaron 245 trasplantes de hígado y 46 de corazón a nivel nacional.
Durante la conferencia de la presidenta Claudia Sheinbaum, el secretario de Salud, David Kershenobich, destacó que un donante puede salvar la vida de hasta 8 personas más y puntualizó que la mayoría de los trasplantes de riñón, hígado y corazón se llevan a cabo en hospitales públicos, al menos un 76.7%.
Las autoridades sanitarias destacan que la donación de órganos es un acto altruista que salva vidas y subrayan el fortalecimiento de la infraestructura médica y la coordinación del Centro Nacional de Trasplantes (CENATRA) para promover una mayor cultura de donación en México.
Boom de médicos especialistas en México: cifras históricas
En paralelo, el país ha registrado un crecimiento histórico en la formación de médicos especialistas, pues entre 2019 y 2025, el número de plazas para residencias médicas se duplicó y siguió aumentando de manera sostenida.
Pasó de poco más de 8 mil a más de 19 mil espacios disponibles, con incrementos significativos en especialidades estratégicas como medicina de urgencias, cirugía general, pediatría, anestesiología y medicina interna.
Este fortalecimiento se acompaña con la implementación de un nuevo modelo meritocrático de selección, que permite a las y los aspirantes elegir de manera simultánea la especialidad y la sede, de acuerdo con su puntaje en el Examen Nacional de Aspirantes a Residencias Médicas (ENARM)
El esquema elimina procesos discrecionales, garantiza igualdad de condiciones, ofrece información transparente desde el inicio y contribuye a una mejor planeación de los recursos humanos que requiere el sistema público de salud.






