SpaceX lanzó con éxito el domingo por la mañana el último vuelo de prueba de Starship, el sistema de cohetes más potente jamás construido, que algún día podría utilizarse para llevar seres humanos a la Luna y Marte.
El despegue del cohete Super Heavy, con la nave espacial Starship sin tripulación, se produjo a las 8:25 a.m. ET durante una ventana de lanzamiento de 30 minutos que se abrió a las 8 a.m. ET desde las instalaciones Starbase de SpaceX en Boca Chica, Texas.
Por primera vez, esta misión de demostración incluyó un ambicioso intento de maniobrar el cohete propulsor de 71 metros de altura hasta una gigantesca estructura de aterrizaje, después de que consumiera la mayor parte de su combustible y se desprendiera de la nave superior Starship. El Super Heavy fue atrapado con éxito en pleno vuelo con un par de enormes pinzas metálicas, que SpaceX llama “palillos”.
El objetivo de cada hito es determinar cómo podría SpaceX recuperar y reutilizar rápidamente los cohetes Super Heavy y las naves espaciales Starship para futuras misiones. La reutilización rápida de las piezas de los cohetes se considera esencial para el objetivo de SpaceX de reducir drásticamente el tiempo y el coste de llevar carga (o naves de personas) a la órbita de la Tierra y al espacio profundo.