Las acciones de Red Bull en respuesta a las acusaciones de comportamiento inapropiado por parte del líder del equipo, Christian Horner, están bajo el escrutinio de sus cercanos.
Ford, el fabricante de automóviles que suministrará motores a los austriacos desde 2026, ha declarado que no intervendrá en los asuntos internos de la escudería, pero insistirá en que se mantengan los principios que representan y en la transparencia sobre el progreso de la investigación.
Ford reiteró que es una empresa familiar que se rige por altos estándares éticos y de integridad afirmó que espera que sus asociados cumplan con estos mismos valores. Destacaron que tienen información de que Red Bull está tomando esta situación con la seriedad debida, preocupados también por la imagen de su marca.
Mark Rushbrook director global de deportes de la marca afirmó que hay una investigación independiente por lo que es “prematuro emitir un juicio hasta conocer todos los hechos”.
La única información oficial hasta la fecha sobre el caso del dirigente de Red Bull es su encuentro con abogados para presentar su testimonio, sesión a la que asistió la persona que lo acusó.
En las redes sociales se han difundido varias hipótesis sobre los hechos destacando rumores sobre un asunto de índole sexual, incluyendo supuestas fotografías personales que Horner habría enviado a la trabajadora.