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Al menos 33 personas resultaron heridas tras el fuerte sismo de magnitud 7,5 que sacudió la noche del lunes el norte de Japón. La prefectura de Aomori, situada frente al epicentro, concentró 22 lesionados.

La primera ministra Sanae Takaichi confirmó que el Gobierno activó un grupo de trabajo de emergencia para evaluar los daños. Además, pidió a la población extremar precauciones ante la posibilidad de un temblor igual o mayor en los próximos días, siguiendo la alerta emitida por la Agencia Meteorológica de Japón (JMA).

El terremoto ocurrió alrededor de las 23:15 horas local, a unos 80 kilómetros de la costa de Aomori. El movimiento generó un tsunami de hasta 70 centímetros en el puerto de Kuji (Iwate). También se registraron olas de 50 centímetros en otras localidades, que incluso causaron daños en criaderos de ostras.

Todas las alertas fueron levantadas a las 6:30 de la mañana del martes.

La JMA advirtió sobre réplicas importantes en los próximos días. Señaló un ligero aumento en el riesgo de un sismo de magnitud 8 y un posible tsunami a lo largo de la costa noreste, desde Chiba hasta Hokkaido.

La agencia pidió a los habitantes de 182 municipios revisar sus planes de emergencia, subrayando que se trata de una advertencia preventiva y no de una predicción de un megaterremoto.

El Servicio Geológico de Estados Unidos registró posteriormente réplicas de magnitud 6,6 y 5,1

Este es el sismo más fuerte en Japón desde el de 7.6 ocurrido el 1 de enero de 2024 en la península de Noto. Aquel siniestro dejó 400 muertos.

Japón, ubicado en el Anillo de Fuego del Pacífico, experimenta actividad sísmica frecuente y cuenta con infraestructura diseñada para resistir fuertes terremotos.