A pesar de que aún no hay una fecha definida para una posible reunión con el presidente electo de los Estados Unidos, Donald Trump, esta mañana la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, reiteró que está en la mejor disposición de trabajar, y colaborar con el próximo gobierno estadounidense, sin que esto signifique la subordinación ante el nuevo mandatario.
“No tenemos una fecha fija, cuando hablé con él por teléfono, fue una muy buena llamada él mismo, con la manera de comunicar, planteó que fue una buena llamada y ahí planteamos que nos podemos ver pronto, pero no hemos fijado una fecha. Vamos a esperar para poderlo hacer, pero estoy segura que vamos a mantener una muy buena relación”, subrayó.
La presidenta recalcó que a México se le respeta y más aún por parte de sus socios comerciales, al mismo tiempo que aclaró que las problemáticas que se viven en los tres países que integran América del Norte son distintas y aunque comparten ciertos factores, la gravedad varía dependiendo de cada nación.
“Canadá también tiene un problema muy grande con el consumo de fentanilo y en algunos estados o ciudades donde se liberalizó el consumo se han generado problemas muy graves, entonces tiene problemas de defunciones de vidas en el consumo de opioides, México las tiene en muy bajo nivel, se hizo recientemente una encuesta y realmente, no es no que no haya problemas de adicción en México, los hay y los estamos atendiendo, pero no tiene que ver con este consumo de fentanilo que hay en Estados Unidos y Canadá, entonces sí, somos distintos”, expuso.
La presidenta recordó que cada país que integra esta región del mundo tiene la libertad de relacionarse comercialmente, como mejor le convenga; sin embargo, hay otros temas que deben tratarse de manera individual, bilateral o trilateral, como mejor convenga en cada caso.
Finalmente, la presidenta Sheinbaum Pardo rechazó totalmente la posibilidad de que en el futuro Donald Trump pueda mandar tropas de su país para combatir a los carteles mexicanos de la droga, pues el combate a la inseguridad, la violencia y el tráfico de estas sustancias ilícitas se realiza de manera efectiva por las autoridades mexicanas, y en su caso, solamente se colaborará con las agencias estadounidenses, cuando se requiera y convenga para el gobierno mexicano.