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Las tarifas compensatorias que pudiera aplicar el gobierno de Estados Unidos contra el jitomate mexicano se aplicarían hasta dentro de 90 días; sin embargo, aunque este escenario es poco probable, aún ocurriendo los únicos afectados serían los consumidores estadounidenses, pues 90 por ciento del mercado que se ofrece en su país va de México.

Así lo explicó este martes en conferencia de prensa el secretario de Agricultura y Desarrollo Rural, Julio Berdegué, al exponer que esta situación ha venido desarrollándose en los últimos años. 

“Es importante decir que 90% de los tomates que Estados Unidos importa de cualquier lugar del mundo son tomates mexicanos y seis de cada 10 tomates que ellos comen, son hechos en México (…) ¿Cuál va a ser la consecuencia? Sus tomates van a ser más caros”, señaló.

Además, aseguró que no nos pueden sustituir, “porque no es que haya un montón de otros países que producen esta cantidad de excelentes tomates, a un precio muy conveniente, simplemente van a pagar 21% más caro”.

De acuerdo con el secretario, esta situación se vive desde 1996 cuando los productores de Florida comenzaron a pedir investigaciones contra el jitomate mexicano y sus bajos precios; no obstante, siempre que se establecen mesas de diálogo y trabajo, la parte mexicana contrarresta los argumentos norteamericanos con pruebas sobre los precios de producción de este alimento, ahora ellos buscarían importante una tarifa compensatoria de 20.91% más cara para compra de tomates.

Por su parte la presidenta Claudia Sheinbaum aclaró que esta decisión no se le notificó al gobierno mexicano ni a la secretaría de Economía, Relaciones Exteriores o Agricultura, sino a los abogados de los productores estadounidenses, por lo que tampoco se está respetando un debido proceso de diálogo y trabajo.

“Tendrían que haber notificado al gobierno de México (…) Se quejan algunos productores de Estados Unidos de que el precio del jitomate mexicano es más bajo cuando pues es el precio de producción, sencillamente al que se está vendiendo, no hay nada de que el Estado esté subsidiando” aclaró la presidenta.

La mandataria reiteró que no hay sustituto para el jitomate mexicano en Estados Unidos, pues la gran mayoría proviene de nuestro país y solo una mínima cantidad de Florida.

“La cantidad de jitomate que se exporta a Estados Unidos no es sustituible por ningún otro en todo el mundo, porque además el jitomate se corta fresco y se lleva fresco, entonces es muy poco tiempo el que pasa de que va de Sinaloa, por ejemplo, a Estados Unidos, entonces no hay sustituto”.