En su visita a Los Ángeles tras debutar en el Mundial de Clubes con empate ante el Inter de Milán, los Rayados de Monterrey vivieron una jornada distinta fuera del campo. El protagonista fue Sergio Ramos, defensor español y excapitán del Real Madrid, quien acaparó reflectores al lanzar la primera bola en el Dodger Stadium.
El zaguero andaluz, quien también funge como capitán del conjunto regio, se subió a la lomita del icónico estadio angelino para hacer el lanzamiento inaugural previo al tercer juego entre Dodgers y Padres, una serie clave en la División Oeste de la Liga Nacional. Como receptor estuvo Kike Hernández, ídolo local.
Ramos fue ovacionado por el público presente, que incluyó tanto aficionados angelinos como seguidores de Rayados, quienes portaban con orgullo los colores albiazules. El gesto del defensor generó una conexión emocional con la comunidad hispana en California, reforzando la presencia internacional de Monterrey.
Tras su participación simbólica en la MLB, Ramos regresará a la concentración con Rayados, que se prepara para un duelo decisivo ante River Plate. Una victoria en este segundo juego del Mundial de Clubes podría facilitar su clasificación a la siguiente ronda frente a Urawa Red Diamonds.
Mientras tanto, los Dodgers buscan cerrar con fuerza la serie ante Padres. Con marca de 46-29, igualan el récord de los Mets y solo están por debajo de los Cubs, líderes de la Liga Nacional. El duelo de la serie continúa este jueves.