Patricio O’Ward volvió a demostrar por qué es uno de los protagonistas de la IndyCar al finalizar en el segundo lugar de la St. Louis 500, también conocida como la Bommarito Automotive Group 500. El piloto regiomontano de Arrow McLaren arrancó desde la tercera posición y, tras 250 vueltas intensas, logró mantenerse entre los punteros hasta cruzar la meta como subcampeón.
En una carrera marcada por la estrategia y el tráfico en pista, O’Ward estuvo cerca de atrapar al líder, pero el estadounidense Kyle Kirkwood, de Andretti Global, se mantuvo firme en el liderato para quedarse con la victoria. Cristian Rasmussen (Ed Carpenter Racing) cerró el podio con una destacada actuación.
El campeonato sigue liderado por el español Álex Palou, de Chip Ganassi Racing, quien finalizó en el octavo puesto pero conserva una sólida ventaja en la tabla general con 335 puntos, manteniéndose como el piloto a vencer en la temporada.
Para el mexicano, este es ya su cuarto podio del año, confirmando su regularidad y su candidatura a cerrar fuerte en las últimas fechas del campeonato. Su rendimiento ha sido una constante en diferentes tipos de circuitos, lo que le da crédito para soñar en grande.
La carrera también dejó momentos de tensión tras un fuerte accidente entre Louis Foster y Josef Newgarden. Afortunadamente, gracias al halo de seguridad, ambos pilotos salieron ilesos, destacando el papel crucial de la tecnología en la protección de los corredores.