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Este lunes 8 de abril se produjo una diferencia discursiva entre las cancilleres de Ecuador y México debido a la entrada de la policía ecuatoriana en la embajada mexicana en Quito para detener al ex vicepresidente Jorge Glas, implicado en delitos de corrupción.

Alicia Bárcena Ibarra, Secretaria de Relaciones Exteriores de México, expresó en la conferencia matutina del presidente Andrés Manuel López Obrador en Mazatlán, que Ecuador debería haber optado por métodos pacíficos según las normas internacionales de asilo si su interpretación difería de la mexicana, pero que «esto no ocurrió».

Además, anunció que México está preparando una serie de acciones en respuesta a este incidente, incluyendo una demanda ante la Corte Internacional de Justicia, el apoyo de las cancillerías de los países de la CELAC, a excepción de Ecuador, y una comunicación oficial al secretario general de las Naciones Unidas, Antonio Guterres, para que el caso sea expuesto ante los miembros de la ONU, el Consejo de Derechos Humanos y la Asamblea General.

Por su parte, Gabriela Sommerfeld, canciller ecuatoriana, sostuvo en una entrevista que fue México quien primero incumplió las convenciones de Viena y de asilo al no responder adecuadamente a las solicitudes ecuatorianas sobre la situación de Glas. Destacó que el asilo no es aplicable en casos de delitos comunes como el peculado, según la Convención de Caracas.

Sommerfeld indicó que, aunque se enviaron misiones diplomáticas y se alcanzaron algunos acuerdos preliminares, México no cumplió con ellos y no proporcionó respuestas satisfactorias. Afirmó que México fue quien comenzó a incumplir las normas internacionales relativas a la convención de asilo y de Viena.