Saltar al contenido principal

La devastadora tragedia en la región de Valparaíso, que se cobró la vida de más de 120 personas y dañó unas 15.000 viviendas, ha dejado en shock a la nación sudamericana. En particular, Viña del Mar y Quilpué, a 120 kilómetros de Santiago, sufrieron daños catastróficos, con comunidades enteras reducidas a escombros.

Las escenas de destrucción son desgarradoras, con cientos de residentes perdiendo sus hogares y buscando recuperar lo que puedan de las ruinas. Las investigaciones sugieren que algunos focos del incendio podrían haber sido iniciados intencionadamente, lo que ha llevado al presidente Gabriel Boric a demandar una exhaustiva investigación sobre las causas.

Boric expresó su incredulidad ante la posibilidad de que haya individuos capaces de provocar tanto sufrimiento, prometiendo que, de ser encontrados, enfrentarán severas consecuencias legales. Este incidente marca un hito en la historia de incendios en Chile, destacando por su alta mortalidad y rápida propagación.

Testimonios de las zonas afectadas describen la velocidad y ferocidad del fuego, comparándolo con un «infierno». La magnitud de la destrucción se atribuye a varios factores críticos:

  1. Sequía y Vegetación: Chile ha experimentado sequías significativas por alrededor de 14 años, exacerbadas por el cambio climático, afectando especialmente a Valparaíso. A pesar de lluvias recientes, la vegetación seca resultante se convirtió en un combustible ideal para los incendios.
  2. Clima Extremo: Las condiciones climáticas, incluyendo altas temperaturas y fuertes vientos, han intensificado la situación. Durante el inicio del incendio, las temperaturas en Valparaíso superaron los 33 grados, consideradas inusuales para la región.
  3. Densidad Urbana y Materiales de Construcción: Las áreas afectadas, densamente pobladas y a menudo construidas sin planificación adecuada, estaban compuestas en gran parte por viviendas precarias hechas de materiales altamente inflamables, lo que facilitó la rápida propagación del fuego.

Este trágico evento destaca la compleja interacción entre factores climáticos, humanos y urbanísticos, subrayando la necesidad de una mayor preparación y prevención ante tales desastres naturales.

Con información de la BBC.