Rusia rechazó el pedido del presidente entrante de Estados Unidos, Donald Trump, de un alto al fuego inmediato en Ucrania, aunque dijo que está lista para mantener negociaciones sobre un acuerdo de paz para poner fin a casi tres años de guerra.
«Una tregua es un camino a ninguna parte», afirmó el ministro de Relaciones Exteriores, Sergei Lavrov, añadiendo que Moscú sospechaba que una tregua tan débil sería simplemente utilizada por Occidente para rearmar a Ucrania.
«Necesitamos acuerdos jurídicos definitivos que fijen todas las condiciones para garantizar la seguridad de la Federación Rusa y, por supuesto, los legítimos intereses de seguridad de nuestros vecinos», sostuvo Lavrov.
Agregó que Moscú quiere que los documentos legales se redacten de tal manera que garanticen «la imposibilidad de violar estos acuerdos».
El mes pasado, el presidente ruso, Vladimir Putin, dijo que estaba abierto a discutir un acuerdo de alto el fuego en Ucrania con Donald Trump, pero descartó hacer concesiones territoriales importantes e insiste en que Kiev abandone sus ambiciones de unirse a la OTAN.