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Rusia lanzó su mayor ataque con drones contra Ucrania desde el comienzo de su invasión, horas después de que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, prometiera más apoyo militar a Kiev y acusara a su homólogo ruso, Vladimir Putin, de no avanzar en las conversaciones de paz.

Según la Fuerza Aérea de Ucrania, el ataque aéreo involucró 728 drones, aunque el daño fue limitado y no hubo informes inmediatos de víctimas; sin embargo, varios edificios se incendiaron.

El presidente ucraniano, Volodimir Zelensky, señaló que se trata de un ataque demostrativo, “y se produce en un momento en el que ha habido muchos intentos de lograr la paz y el alto el fuego, pero Rusia lo rechaza todo”.

“Nuestros socios saben cómo ejercer presión para que Rusia se vea obligada a pensar en poner fin a la guerra, no en nuevos ataques. Quienes deseen la paz deben actuar”, destacó en una publicación de Telegram.

Cabe mencionar que el bombardeo ruso, dirigido contra la ciudad de Lutsk, al noroeste de Ucrania, fue tan intenso que obligó al Ejército polaco a desplegar aviones en su espacio aéreo.