Saltar al contenido principal
Publicidad

Entre la noche del miércoles y la madrugada del jueves, Rusia lanzó un ataque masivo contra una decena de regiones ucranianas, empleando unos 650 drones y más de 50 misiles, según informaron las autoridades de Kiev.

El bombardeo dejó al menos dos muertos y varios heridos, y tuvo como principal objetivo el sistema energético del país.

El impacto de los ataques obligó a introducir cortes eléctricos de emergencia y a modificar los horarios de trenes en varias zonas.

En la región central de Vínitsia, miles de personas quedaron sin luz, agua ni calefacción, mientras que una decena de civiles resultó herida en Zaporiyia, ciudad cercana al frente.

El nuevo ataque subraya la intensificación de la ofensiva rusa y la fragilidad de la infraestructura civil ucraniana en el inicio del invierno.