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El rey Carlos III de Inglaterra, de 75 años, retomará sus funciones públicas la próxima semana tras una pausa de tres meses, centrada en su tratamiento y recuperación de un tipo de cáncer no revelado, según informó el Palacio de Buckingham el viernes.

Su primera aparición será en un centro de tratamiento de cáncer el próximo martes, marcando el inicio de varias apariciones en las próximas semanas. Además, uno de sus primeros compromisos significativos incluirá una visita de estado del emperador y la emperatriz de Japón en junio.

El Palacio de Buckingham expresó que los médicos están «muy animados» por el progreso del monarca, aunque aún es prematuro determinar la duración del tratamiento, cuyos detalles específicos no fueron divulgados. Carlos seguirá cumpliendo con todos sus deberes estatales, como revisar documentos gubernamentales y reunirse con el primer ministro Rishi Sunak, actividades que ha mantenido desde que se anunció su diagnóstico el 5 de febrero.

A medida que se acerca el primer aniversario de su coronación, «sus majestades están profundamente agradecidas por las innumerables muestras de cariño y buenos deseos recibidos globalmente durante los altibajos del último año», comunicó el palacio.

El retorno de Carlos alivia la carga sobre otros miembros de la familia real, cuya presión aumentó debido a su ausencia y la de la Princesa de Gales, también por enfermedad. Este contexto resalta los desafíos de una monarquía más reducida, especialmente en un momento en que el rey ha prometido recortar gastos y el duque y la duquesa de Sussex decidieron apartarse de sus responsabilidades reales. Esto ha dejado menos familiares disponibles para los continuos compromisos oficiales.

Charles ha estado retirado del ojo público desde que se trató un agrandamiento de la próstata en enero. Su diagnóstico de cáncer coincidió con la cirugía abdominal de la Princesa de Gales, quien también reveló su lucha contra el cáncer. Durante este tiempo, el príncipe William se ausentó para apoyar a su esposa y su familia.

Con la ausencia del rey, la reina Camilla, la princesa Ana, su hermana, y el príncipe Eduardo, su hermano menor, asumieron mayores responsabilidades. Camilla, quien fue criticada por su influencia en el divorcio de Carlos y la princesa Diana, ha asumido un rol más visible, sustituyendo a su esposo en eventos clave, como el servicio Royal Maundy el jueves anterior a la Pascua de Resurrección.

El regreso del rey representa una oportunidad para revitalizar su reinado, iniciado en septiembre de 2022 con la expectativa de modernizar la monarquía y acercarla a los jóvenes y grupos minoritarios, fortaleciendo así el papel de la familia real en el siglo XXI.

Con información de AP.