El Gobierno de Estados Unidos efectuó la retirada de 2 mil elementos de la Guardia Nacional, de los más de 4 mil que habían sido desplegados en Los Ángeles, para controlar las protestas por las redadas migratorias.
El secretario de Defensa, Pete Hegseth, ordenó la salida de los soldados al considerar que “la anarquía en Los Ángeles ha disminuido”, informó el Pentágono.
Además de la Guardia Nacional, el presidente Donald Trump envió a la ciudad 700 infantes de Marina, con la función de proteger edificios federales y apoyar a las fuerzas del orden durante las protestas masivas.
El despliegue se realizó sin el consentimiento del gobernador de California, Gavin Newsom, quien este martes expresó que el operativo “alejó a las tropas de sus familias y vidas civiles, para servir como peones políticos del presidente”.