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El Partido Republicano en la Cámara de Representantes de Estados Unidos planea presentar una propuesta para imponer un impuesto de 5% a las remesas enviadas desde territorio estadounidense, como parte de un paquete fiscal más amplio, según reportes de medios locales.

Gabriela Siller, directora de análisis económico y financiero de Banco Base, advirtió que de aprobarse la iniciativa, podría registrarse un repunte momentáneo en los envíos, ya que los migrantes buscarían adelantarse a la medida. Sin embargo, a largo plazo se prevé una caída en las remesas de hasta 3 mil 200 millones de dólares anuales.

No es la primera vez que se plantea un gravamen de este tipo. En diciembre pasado, el actual vicepresidente estadounidense, J.D. Vance, sugirió imponer una tasa de 10% a las remesas para financiar operaciones de patrullaje en la frontera con México.

Durante su primer mandato, el expresidente Donald Trump también propuso un impuesto de 6% a las remesas con el objetivo de financiar la construcción del muro fronterizo.

En ese entonces, un análisis del Cato Institute, liderado por el investigador Alex Nowrasteh, estimó que se necesitarían entre tres y cuatro años para recaudar suficientes fondos, siempre y cuando el flujo de remesas se mantuviera estable. El estudio también advirtió que los migrantes podrían recurrir a canales informales para enviar dinero, lo que reduciría la eficacia recaudatoria de la medida.

A este posible escenario se suman otras presiones. De acuerdo con expertos del Centro de Estudios Monetarios Latinoamericanos, el flujo de remesas ya podría verse afectado este año por el aumento de las deportaciones. Jesús Cervantes González, responsable de la Dirección de Estadísticas Económicas y del Foro de Remesas de América Latina del Centro, advirtió que de cumplirse esta previsión, se pondría fin a un ciclo de 11 años consecutivos de crecimiento en el envío de remesas, iniciado en 2014.