En la última mitad de 2023 la economía del Reino Unido entró en recesión, lo que representa un reto para el Primer Ministro Rishi Sunak de cara a las elecciones programadas para este año, en las que se comprometió a fomentar el crecimiento económico. Según datos oficiales, el Producto Interno Bruto (PIB) del país disminuyó un 0,3% en el trimestre finalizado en diciembre, después de una caída del 0,1% entre julio y septiembre. Esta contracción trimestral superó las previsiones de los analistas que esperaban una disminución del 0,1%.
La libra esterlina experimentó una depreciación frente al dólar estadounidense y el euro, lo que llevó a los inversores a especular con una posible reducción de las tasas de interés por parte del Banco de Inglaterra, mientras que el sector empresarial solicitó más apoyo gubernamental en el próximo presupuesto, programado para el 6 de marzo.
Con estos datos, el Reino Unido se suma a Japón como una de las economías avanzadas del G7 en recesión, aunque se anticipa que será breve y leve en comparación con recesiones anteriores. La economía británica solo ha crecido un 1% desde finales de 2019, antes de la pandemia, situándose solo por delante de Alemania entre las economías del G7.
Sunak había prometido estimular la economía como uno de sus principales compromisos electorales. A pesar de la larga historia de dominio político del Partido Conservador en el Reino Unido, las encuestas de opinión actualmente favorecen al Partido Laborista en temas económicos.
Los analistas han señalado que esta será la primera vez desde la Segunda Guerra Mundial que los hogares británicos vean disminuir su nivel de vida entre elecciones nacionales. Ruth Gregory, economista jefe adjunta de Capital Economics para el Reino Unido, destacó la relevancia política de la recesión, especialmente en un contexto de elecciones parciales.
El Ministro de Finanzas, Jeremy Hunt, ha indicado signos de recuperación en la economía, enfatizando la importancia de seguir el plan actual, que incluye recortes de impuestos. Sin embargo, el Partido Laborista ha cuestionado la efectividad de esta estrategia.
Se rumorea que Hunt busca reducir el gasto público para financiar recortes de impuestos antes de las elecciones, sujeto a restricciones financieras. A pesar de un crecimiento del 0,1% en 2023 respecto al año anterior, las proyecciones del Banco de Inglaterra solo anticipan un leve aumento en el crecimiento para 2024. La economía británica ha mostrado estancamiento durante casi dos años, después de la profunda contracción provocada por la pandemia de COVID-19 en 2020 y la recesión causada por la crisis financiera global en 2008-2009.
Con información de Reuters.