Este jueves la Casa Blanca confirmó que Rusia ha adquirido una nueva arma antisatélite, lo que genera preocupación, aunque aseguró que esta no representa una amenaza de «destrucción física» en la Tierra.
John Kirby, portavoz del Consejo de Seguridad Nacional, indicó que la inteligencia de EE. UU. está al tanto de la capacidad rusa, pero aún no está operativa. Se está evaluando esta tecnología y se ha consultado con aliados sobre el tema.
Kirby tranquilizó diciendo que no hay una amenaza directa a la seguridad y que el arma no está destinada a causar daño físico en la Tierra.
Esta confirmación sigue a una advertencia del representante Mike Turner, quien instó a la administración a revelar información sobre esta amenaza a la seguridad nacional.
Kirby lamentó la declaración prematura de Turner y enfatizó la cautela en el proceso de desclasificación.
Rusia, por su parte, desestimó las preocupaciones de EE. UU., sugiriendo que son tácticas para influenciar al Congreso en la ayuda a Ucrania.
La capacidad, basada en el espacio, violaría un tratado internacional firmado por más de 130 países.
La Casa Blanca busca dialogar con Rusia sobre este tema y subraya la seriedad del asunto. Jake Sullivan, asesor de seguridad nacional, informaría a los legisladores sobre la amenaza rusa.
La Casa Blanca criticó la forma en que Turner compartió sus preocupaciones y reiteró su compromiso de mantener informados al Congreso, aliados y al público de manera estratégica.
Con información de AP.