La cena de Nochebuena se caracteriza por una preparación de amplios platillos como bacalao, romeritos, pierna, lomo y la tradicional, ensalada de manzana, sin embargo, el festín no termina ahí, ya que al día siguiente, el 25 de diciembre comienza el famoso recalentado .
El recalentado es uno de los momentos más apreciados por las familias, ya que los aromas y sabores de los platillos se intensifican .
“¿Alguien quiere recalentado?” se ha convertido en una de las frases principales y favoritas de algunos durante esta temporada. A primera hora comienza el ruido de los platos colocándose nuevamente en la mesa familiar, mientras los distintos guisados permanecen en la estufa para ser servidos nuevamente.


El recalentado se ha convertido en una muestra de cómo la comida une, conecta y se vuelve parte de la identidad mexicana, ya que todos están preparados para disfrutar una vez más estos sabores que sólo existen en la Navidad.
A pesar de qué los guisados son los mismos que se acaban de consumir la noche anterior, tienen un toque distinto, el recalentado se convierte en una metáfora de lo que significa compartir: toma algo ya existente, le da la vuelta y se vuelve a disfrutar juntos
Éste ritual no solo representa una tradición gastronómica, sino también instantes en familia, donde la mesa se convierte en un refugio, el tiempo se detiene y los sabores intensificados de cada alimento recuerdan que siempre habrá un lugar donde la Navidad vuelva a empezar.






