Ragasa, el ciclón tropical más intenso del año a nivel mundial, azotó Hong Kong la madrugada de este miércoles con ráfagas de hasta 200 km/h y lluvias torrenciales, provocando inundaciones y graves daños urbanos.
La Oficina Meteorológica local emitió la señal de tifón número 10, la máxima, suspendiendo transporte, comercios y servicios no esenciales. Además instó a la población a permanecer en casa.
Olas de hasta cuatro metros y la caída de árboles y objetos causaron destrozos en viviendas y mobiliario público.
Hasta el mediodía se reportaron 62 heridos, incluidos una mujer y su hijo de cinco años arrastrados por el mar. El gobierno habilitó 49 refugios que ya han acogido a 791 personas.
Se prevé que Ragasa avance hacia el oeste y se debilite gradualmente.
