Los Seibu Lions oficializaron la puesta en “posting” de Tatsuya Imai, lo que abrió una ventana de 45 días para que equipos de MLB negocien su contratación. Con 27 años y tras una destacada temporada, Imai llega al mercado como uno de los lanzadores más codiciados del invierno.
Imai finalizó 2025 con una efectividad de 1.92 en 163.2 entradas lanzadas, acompañada de 178 ponches y un WHIP muy bajo una carta de presentación que lo convierte en candidato creíble para asumir un rol de abridor en MLB. Su repertorio incluye una recta que ronda las 95 mph, slider, sinker y splitter, con buena capacidad de ponchar y generar outs por contacto débil.
Sin embargo, lo que más llamó la atención en su transición al béisbol estadounidense no fue solo su calidad técnica, sino su postura pública hacia los Dodgers. En una entrevista con un ex lanzador japonés, Imai fue claro: prefirió no sumarse a un equipo saturado de compatriotas, y aseguró que su ambición era derrotarlos, no unirse a ellos.
Esa declaración marca una ruptura evidente con la tendencia reciente de lanzadores japoneses uniéndose a Los Angeles: Imai busca asumir un reto distinto, una adaptación plena al béisbol y la cultura norteamericana sin apoyarse en referentes de su país, lo que según sus palabras sería parte de su entrenamiento mental y deportivo.
Ante este panorama, múltiples equipos en MLB empiezan a mover ficha. Organizaciones que requieren fortificar su rotación se han señalado como posibles destinos entre ellos New York Yankees. La expectativa gira en torno a cuánto podrían invertir por un lanzador joven, ambicioso y con margen de crecimiento. Imai representa una apuesta de alto riesgo-recompensa: talento probado, voluntad de adaptación y la idea de forjar su propia historia fuera del confort.
