En la red social X, Jorge Roberto Avilés Vázquez, conocido como Callo de Hacha, publicó la segunda parte del video del 3 de abril mostrando a Juan Pablo Sánchez, hijo de Xóchitl Gálvez, en estado de ebriedad. En el video, Juan Pablo empuja a un policía mientras le incita: «¡Pégame! ¡Pégame!» Seguido de esto, aparece la leyenda que cita el «Código Penal Federal, artículo 180», advirtiendo que podría enfrentar de uno a dos años de prisión y una multa por su conducta hacia la autoridad.
Avilés Vázquez reveló en su cuenta de X que recientemente recibió dos archivos, uno «muy delicado» que compartirá más adelante, y el otro es el mencionado video. Su mensaje decía: “El día de ayer recibí DOS archivos: uno MUY DELICADO (del cual daré más información esta noche), y el otro es la segunda parte de lo que presenté hace un par de semanas. En este video aparece @JPsagalvez, hijo de @XochitlGalvez, insultando y golpeando a policías de la CDMX”.
Tras la publicación, Beatriz Gutiérrez Müller, esposa del presidente López Obrador, intervino solicitando a Avilés Vázquez la eliminación del video. En su cuenta de X, argumentó que afecta a los familiares de políticos que no están involucrados en delitos y pidió respeto para la privacidad de las familias. “No, no lo comparto y te pido que lo retires. Esto no es correcto. Por favor, si un miembro de la familia no está cometiendo delito, dejen de molestar en la vida privada. Todos nos equivocamos. Cada quien con sus conductas inapropiadas, ¿o somos perfectos? ¿Quién tira la primera piedra? Ya estamos grandecitos. Por ello, repito: basta de que los familiares seamos ‘daños colaterales’ de la campaña electoral de un candidato o candidata”, escribió.
Sin embargo, Avilés respondió que no retirará el video, argumentando que la ley se debe aplicar igual para todos, incluyendo a familiares de políticos, y que es esencial no normalizar la discriminación ni la humillación hacia los policías. “Aunque lo pida el presidente o la primera dama, NO voy a eliminar el video. Nadie está por encima de la ley, y menos los familiares de políticos. Normalizar la discriminación y humillación a nuestros policías es parte del deterioro social que vivimos”, declaró.