La fracción parlamentaria del PRI en el Senado de la República presentó una iniciativa que plantea la obligación de establecer un Banco Nacional de Alimentos para proteger a las poblaciones más vulnerables en situaciones de emergencia.
Explicaron que, México es uno de los países que con mayor frecuencia sufren terremotos, donde las tormentas generan inundaciones frecuentes que ocasionan deslaves que arrastran poblaciones a su paso y bloquean caminos vitales de comunicación.
“Las heladas arrojan daños materiales considerables al impedir a los agricultores sembrar y cosechar. Las sequías afectan el riego de cultivos. Y, finalmente, de junio o noviembre llegan los huracanes a lo largo de la costa del Pacífico, en el Golfo y en el Caribe”, subrayaron.
El propósito del proyecto, que adiciona un cuarto párrafo al artículo 4 de la Constitución y que se inscribió en la Gaceta Parlamentaria del miércoles 24 de enero de este año, busca garantizar a la población afectada por desastres naturales el acceso oportuno de alimentos en situaciones de emergencia.
El grupo de senadores señaló que su propuesta no sólo refuerza el compromiso constitucional con el derecho a una alimentación nutritiva, suficiente y de calidad, sino que también demuestra la responsabilidad del Estado en proteger a las poblaciones más vulnerables en momentos de crisis.
“La creación y fortalecimiento de un banco nacional de alimentos, con enfoque en la asistencia a la población damnificada por desastres naturales, es esencial para cumplir con el deber constitucional de garantizar el acceso a alimentos en condiciones adversas.
“La solidaridad y la planificación anticipada son herramientas indispensables para construir una sociedad más resiliente frente a los desafíos que los fenómenos naturales imponen a la seguridad alimentaria”, apuntaron.
Indicaron que la mayoría de los desastres ocasionan escasez de alimentos, situación que perjudica gravemente la nutrición de las personas afectadas, porque los huracanes, inundaciones y tsunamis afectan directamente la disponibilidad de alimentos al destruir cosechas, matar ganado y dañar las reservas de comida.
“En el caso específico de México, un país expuesto a una variedad de fenómenos naturales, desde terremotos hasta huracanes, se hace evidente la necesidad de contar con un mecanismo ágil y efectivo para atender las emergencias alimentarias resultantes de estos eventos”, enfatizaron.