La mina de mercurio “El Guamúchil” o “La Adriana”, localizada en la Reserva de la Biósfera Sierra Gorda de Querétaro, fue clausurada por segunda ocasión por la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa).
El yacimiento ya había sido clausurado en octubre de 2022 por operar de manera irregular; tras ello, en diciembre de 2024 se le aplicó como medida correctiva exhibir la autorización de impacto ambiental, otorgada por la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), para llevar a cabo actividades de exploración y explotación de minerales.
Sin embargo, al realizar una nueva inspección el pasado 15 de octubre, la Profepa constató que las actividades de extracción de mercurio no habían sido suspendidas, además de no contar con la referida autorización.
Aunado a lo anterior, en el sitio laboraban 13 trabajadores que “no contaban con ningún tipo de protección personal”, lo que supone un “grave riesgo” a su salud debido a la alta toxicidad del mercurio.
“Ante la violación a la clausura vigente y la falta de la autorización de impacto ambiental, personal de la Profepa repuso los sellos de clausura total temporal, e inició un nuevo procedimiento administrativo”, detalló la dependencia.
La exposición al mercurio puede alterar las funciones cerebrales y deteriorar la coordinación motriz y la memoria, causar daño los pulmones y la vista, aumentar la presión sanguínea o acelerar los latidos del corazón y, en casos extremos, ocasionar parálisis y la muerte.
Es por ello que el metal se encuentra regulado por el Convenio de Minamata, cuyo objetivo es proteger la salud humana y el medio ambiente.