Entre el 23 de junio y el 1 de julio, el Congreso de la Unión celebró su primer periodo extraordinario de sesiones en la presente Legislatura. En apenas nueve días se aprobaron cuatro nuevas leyes y se reformaron otras veinte. Desde seguridad hasta telecomunicaciones, desde bienestar animal hasta competencia económica, las personas legisladoras se dieron prisa para cerrar varios temas claves de la agenda.
El ritmo fue tan acelerado que para algunos fue señal de eficiencia legislativa. Para otros, en cambio, despertó dudas. Muchas de las reformas abordaron temas delicados, como la reorganización de órganos evaluadores, la seguridad pública o la digitalización de la identidad. Desde el Congreso se argumentó que los cambios respondían a necesidades institucionales de largo plazo, pero también hubo voces que pidieron más apertura y diálogo público.
Uno de los movimientos más relevantes fue transferir al INEGI la facultad de evaluar las políticas públicas en materia de desarrollo social. Para ello se reformaron las leyes de Desarrollo Social, de Presupuesto y de Contabilidad Gubernamental. La idea es centralizar capacidades técnicas en una sola institución para generar mejores indicadores de desempeño. Suena razonable y congruente con respecto a la idea de la simplificación administrativa, aunque hay quienes se preguntan si esto no podría reducir la autonomía de la evaluación social.
Uno de los bloques de iniciativas más complejos y sensibles fue el de la Guardia Nacional. En este periodo se creó una nueva ley para esta institución, junto con reformas a ocho leyes y códigos más, que van desde la Ley Orgánica del Ejército hasta el Código Militar de Procedimientos Penales. El objetivo es darle un marco legal más claro y consolidado, respetando los derechos humanos.
También se aprobaron dos nuevas leyes enfocadas en seguridad: una para el Sistema Nacional de Seguridad Pública y otra para el de Investigación e Inteligencia, además de reformas para combatir el lavado de dinero. La intención es fortalecer al Estado frente al crimen organizado. El desafío será evitar que ese fortalecimiento cruce líneas delicadas en términos de vigilancia y protección de derechos. Estas aprobaciones son muestra de la necesidad de reconfigurar al Estado con un equilibrio entre seguridad y derechos humanos a través de la transparencia, la supervisión y el compromiso ético de los servidores públicos.
En el terreno de los derechos humanos, se hicieron ajustes importantes al marco jurídico sobre desapariciones. Se reformaron las leyes relacionadas con la desaparición forzada, el Sistema Nacional de Búsqueda y la Ley General de Población. La meta es reforzar la respuesta institucional y apoyar a los colectivos que buscan a sus seres queridos. Es un avance que reconoce la deuda pendiente del Estado con miles de familias.
Una de las reformas más comentadas fue la nueva Ley en Materia de Telecomunicaciones y Radiodifusión, cuyo propósito es ampliar el acceso a estos servicios y darle al Estado mayor capacidad de intervención. En este tema será necesario cuidar el delicado equilibrio entre libertad de expresión, acceso a la información y regulación estatal en el entorno digital.
En el terreno económico, uno de los ajustes más relevantes fue la creación de la Comisión Nacional Anticorrupción, que buscará proteger a la población frente a prácticas monopólicas, para incentiva la innovación, la adopción de nuevas tecnologías y con ello una mayor redistribución del ingreso debido a la reducción de poder económico. Esta reforma, además, permitirá dar cumplimiento a las obligaciones internacionales en materia comercial derivadas de instrumentos como el T-MEC.
En resumen, este periodo extraordinario dejó una lista larga de cambios legales para que el país avance en varias direcciones: modernización institucional, eficiencia administrativa y atención a temas sensibles que, desde hace tiempo, exigían una respuesta legislativa. Es innegable que algunas decisiones responden a la necesidad de adaptar el marco jurídico a una realidad en transformación.
Con esta entrega damos inicio a Primer saque político, una columna semanal que busca analizar con lupa lo que pasa en la arena política nacional. Queremos contribuir al debate público desde una mirada plural, crítica y accesible, alejados del ruido pero atentos y atentas a los detalles. Este será un espacio para entender mejor los temas clave de la agenda pública y abrir conversación sobre lo que nos afecta como ciudadanía. Aquí inicia el saque.